Bien!! mis queridos lectores (en plural porque soy optimista) con este primer post doy el banderazo inaugural de este Blog. En este primer post voy a presentar un artículo que me parece vale la pena leer, de autor duranguense, que si bien fue publicado en los internacionalmente leídos "Sol" y "El Siglo" pues vale la pena volverlo a poner, por si se lo perdieron:
"¿CONSUMO DE DROGAS EN MÉXICO, VERDADERO PROBLEMA?
Según un Informe de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD) del 2005, el número de consumidores de droga en el 2004 fue de 200 millones de personas, es decir el 5% de la población mundial, y fue un 12 por ciento mayor que el año anterior.
La ONUDD señala que en 2004 unos 161 millones de personas consumieron cannabis; 26.1 millones anfetaminas; 7.9 millones éxtasis; 13.7 millones cocaína; 10.6 millones heroína y 5.3 millones otras drogas derivadas del opio.
El valor estimado de las drogas comercializadas a nivel mundial es de 321,600 millones de dólares en cuanto a la venta al por menor, mientras que los volúmenes alcanzados por los intermediarios alcanzan los 94 mil millones de dólares.
Mientras, las ventas de los productores primarios de drogas superan apenas los 12.800 millones de dólares.
Según la ONUDD, que presentó el Informe Mundial de Drogas simultáneamente en Viena y en Estocolmo, el valor total de las drogas equivale a un 0,9 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
De los 200 millones de consumidores, de entre 15 y 64 años de edad, 110 millones consumen drogas una vez al mes y unos 22 millones de forma diaria, el resto probó alguna droga al menos una vez al año.
La mayoría de los consumidores se encuentra en Norteamérica y Europa, aunque aumenta el número de usuarios en los países asiáticos y sudamericanos por donde pasa la droga o se producen los estupefacientes.
Según la ONU, un cuatro por ciento de la población mundial consume cannabis, frente al 30 por ciento que fuma y un 50 por ciento que toma alcohol.
Estados Unidos es uno de los principales consumidores de droga, los 14 millones de adictos gastan 50 mil millones de dólares en el consumo de algún estupefaciente.
En la Tercera Encuesta Nacional de Adicciones (realizada en 2002), de cada 100 mexicanos entre 12 y 65 años de edad que habitan en la población urbana: 5.27% habían consumido drogas ilegales alguna vez, 1.23% lo hicieron durante el último año y 0.83% lo hicieron en el último mes. De los casi 100 millones de mexicanos que éramos entonces, cerca de 400 mil personas (0.4 %) podían considerarse como "usuarios fuertes" de drogas ilegales.
De acuerdo con las cifras anteriores podemos concluir lo siguiente:
Que el porcentaje de población que ha consumido droga alguna vez no es alarmante.
Que el crecimiento significativo del consumo se ha dado en todo el mundo.
Que sólo el 0.55 por ciento de la población (22 millones) se puede considerar adicta, sería muy estricto definir como adictas a las personas que la consumen una vez al mes o una vez al año.
Que la cantidad de dinero que se mueve con la comercialización de las drogas es enorme, es más de la tercera parte de lo que empleo Estados Unidos en el rescate de la crisis del sector financiero internacional y unas cuatro veces la deuda externa de México. Y como siempre, las ganancias menores son para los productores primarios (sólo el 4 % de las ganancias al menudeo y el 13.6 % de las de los intermediarios).
El porcentaje de población que consume drogas ilícitas es muy pequeño comparado con los que consumen tabaco y alcohol (4 % contra el 30 y el 50 % respectivamente), que también son drogas, pero está consideradas como lícitas.
La mayoría de la droga consumida es la marihuana, con 80.5 por ciento de los consumidores, y para la mayoría de los científicos y especialistas, es una droga que no produce adicción física y su abandono no produce síndrome de abstinencia, como sí sucede con el alcohol y el tabaco.
El consumo de droga en México es ínfimo comparado al consumo de alcohol y tabaco y al consumo de drogas en Estados Unidos, no será que se está enfrascando este gobierno en una lucha que le corresponde más a ese país y que por tratar de limitar su mercado de drogas estamos incurriendo en altos costos humanos, económicos, políticos y sociales?
Podemos apoyar este último cuestionamiento con lo dicho por el embajador estadounidense en Colombia, Curtis Kamman, quien admitió que su país es uno de los principales productores de marihuana del mundo, sorprendiendo a los periodistas cuando dijo que “Estados Unidos ya no necesita marihuana colombiana porque es autosuficiente en la producción de la hierba. No tengo los detalles de nuestra producción de marihuana pero sé que somos autosuficientes”. Destacó que desafortunadamente miles de ciudadanos de su país la cultivan en sus sótanos y jardines, lo que hace difícil el control.
Por otro lado, tenemos a la Secretaría de la Defensa Nacional gastando diariamente por elemento dentro de la campaña contra el narcotráfico 672 pesos y tomando en cuenta que están asignados 45 mil militares, el costo que tiene la lucha contra el narcotráfico por día es de 30 millones 240 mil pesos, cifra que al año se eleva a 11 mil 037 millones 600 mil pesos y que representa el 25 por ciento del presupuesto que la dependencia tiene asignado para este año.
Por otra parte, el gobierno federal destina a la prevención de adicciones menos de 5% del presupuesto asignado al combate al narcomenudeo, el cual privilegia acciones policiales y gasto en infraestructura de seguridad pública y justicia. Esos recursos forman parte del financiamiento conjunto para seguridad pública, que se integra con dinero aportado por el gobierno federal y las entidades federativas, y que este año fue de 6 mil 600 millones de pesos.
Los recursos destinados este año por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) para prevención de adicciones y rehabilitación de adictos a las drogas equivalen a 55 millones de pesos -20 y 35 millones, respectivamente- de un presupuesto de mil 200 millones. El año pasado el monto asignado a estas acciones fue de 52 millones.
Podemos creer que hay un verdadero interés de este gobierno por prevenir el consumo de drogas cuando le destina a este fin, al año, menos de lo que le destina en dos días a la lucha contra el narcotráfico?
Estamos de acuerdo con los especialistas Elena Azaola, del Centro de investigaciones y Estudios en Antropología Social (CIESAS), y René Alejandro Jiménez Ornelas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que afirman que mientras el gobierno privilegia las acciones represivas, carece de una política integral en materia de prevención.
Con respecto a las acciones represivas, vale la pena lo que ha señalado el zar antidrogas norteamericano, Barry McCaffrey, quien dijo que contra la droga no hay victoria militar posible. También Rafael Tenorio ha señalado que una de las guerras que ni el mejor ejército del mundo ha logrado ganar, es la lucha contra el consumo de drogas.
La presencia y el consumo de sustancias psicotrópicas no es algo nuevo en ninguna sociedad. Por el contrario, su existencia está documentada en la historia de la mayoría de las culturas, con variaciones en los tipos de drogas, los patrones de uso, sus funciones individuales y sociales y las respuestas que las sociedades han ido desarrollando a través del tiempo. Las sustancias psicoactivas eran usadas en la antigüedad dentro de las prácticas sociales integradas a la medicina, la religión y lo ceremonial.
Su uso puede ser caracterizado como un consumo ritual/cultural, médico/terapéutico, social/recreacional u ocupacional/funcional.
El fenómeno de las drogas ilícitas no puede ser visto fuera del contexto del desarrollo de modelos económicos, tecnológicos, sociales y políticos contemporáneos, de la creciente globalización y sus consecuencias en la comunicación y en la transformación de estilos de vida y valores tradicionales.
Los determinantes y las consecuencias problemáticas de la dependencia a las drogas pueden ser biológicos, psicológicos o sociales y usualmente interactúan".
Las sensaciones provocadas por la droga pueden ser tan necesarias para el cuerpo y la mente, que su ausencia se vuelve intolerable –síndrome de abstinencia o supresión- y lleva a algunos usuarios a extremos para conseguirlas. Los conocimientos científicos no nos permiten predecir quién se volverá adicto y quién no.
La preferencia hacia ciertas drogas presenta una dinámica, así como las respuestas gubernamentales a través del tiempo. Desafortunadamente, éstas han estado guiadas con frecuencia por pugnas morales y políticas en lugar de basarse en el conocimiento científico de los efectos en la salud, los impactos sociales y los riesgos individuales específicos de cada tipo de sustancia.
De los anteriores hechos, también podemos concluir:
Que ningún país en el mundo en ninguna época ha podido erradicar el consumo de drogas mediante acciones represivas o el uso de sus ejércitos.
El costo humano, físico, económico, político y social de la lucha represiva contra el narcotráfico no se justifica a la luz del consumo de drogas en México y sería mucho más efectivo invertir esos recursos en la prevención y en la solución de los grandes problemas que nos aquejan (desempleo y pobreza, entre los principales)
Les estamos haciendo el trabajo sucio a los Estados Unidos y además no está claro con qué fin, si ellos son autosuficientes en la producción de droga para su consumo.
El consumo de droga se ha dado durante siglos y se seguirá dando, ni los científicos saben por qué el ser humano tiende a su consumo. Lo que sí se sabe es que su consumo se incrementa por problemas sociales, económicos y psicológicos. El problema no se acaba solamente con su prohibición, se necesitan buscar otras opciones.
En resumen, considero que se ha hecho y se está haciendo demasiado escándalo sobre este problema, que no es tan grave en México, de acuerdo a las estadísticas nacionales y mundiales, pero que se ha agravado por cerrar el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos, los cuales son autosuficientes. Será que a alguien en ese país le interesa que no llegue droga de los países del sur que le compita a su mercado interno? No dejan de ser creíbles las opiniones de que este gobierno busca legitimarse y conservarse en el poder, alarmando a la población e infundiéndole miedo y distrayéndolo de otros problemas mayores como lo son la crisis económica, el desempleo, los malos servicios de salud y de educación, la desintegración familiar, la pérdida de valores por causas económicas y sociales, la corrupción y la impunidad, entre muchos otros."
miércoles, 5 de agosto de 2009
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